No hay duda, un viejo Nokia puede dar, todavía a día de hoy mucho de sí, tal y como demuestran noticias como esta, ya que de no haber sido por dicho terminal su final podría haber sido otro.
Liu Quanming, un taiwanés de 70 años, estaba practicando senderismo en grupo cuando se distrajo y perdió de vista a sus compañeros. Perdido y desorientado Liu resbaló y cayó por un barranco.
Durante la caída su teléfono, un viejo Nokia sin determinar pero con más de diez años de antigüedad, se separó de él y llegó a otro lugar que, por suerte, no estaba demasiado lejos de Liu, lo que permitió a la unidad de rescate triangular su posición y rescatarlo.
[pajarito]La enorme resistencia del Nokia[/pajarito], que aguantó la caída, y su batería, que se mantuvo con vida durante cinco días, fueron clave en la operación de rescate que, como habréis imaginado, tuvo un final feliz.Es evidente que, casi con total seguridad, otro terminal mas moderno o actual no habría corrido la misma suerte, y probablemente habría «muerto» en la caída.