Decir no a Android por su fragmentación es una realidad que está presente incluso en el mercado de consumo general, donde cada vez más usuarios se dan cuenta, poco a poco eso sí, de la importancia de contar con un [pajarito]soporte mínimo y continuado a nivel de software.[/pajarito]
En empresas ese hecho es un pilar imprescindible, especialmente con el auge del BYOD, algo que unido a los graves problemas de seguridad que sufren las versiones de Android Jelly Bean e inferiores ha llevado a diferentes empresas a rechazar el uso del sistema operativo del pequeño androide.
Un representante de una de las compañías que ha vetado Android en su entorno de trabajo comentó que prefiere iOS y Windows Phone por su facilidad de gestión, ya que con cualquiera de los dos evitan tener que lidiar con una gran cantidad de dispositivos diferentes con sistemas operativos desactualizados, algo que sí ocurre con Android.
Qué podemos decir, es un planteamiento normal y comprensible, sobre todo teniendo en cuenta que Google anunció que no resolvería fallos de seguridad en versiones de Android inferiores a KitKat, como Jelly Bean, y eso que precisamente la segunda es la versión más extendida de su sistema operativo móvil.
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