Tras anunciar ayer viernes su alianza con Microsoft para plantarle cara de manera conjunta a la feroz competencia, Nokia no ha podido mantener a salvo sus acciones y éstas se desplomaron un 14,2% en bolsa. Los inversores no son demasiado optimistas y temen que hasta 2013 no se verá el resultado de su nueva estrategia.
«Éste es un acuerdo nacido del temor de las dos partes a ser marginados en la batalla entre Apple y Google. Pero no hay una receta infalible [para entrar en esta rivalidad]», señaló Geoff Blaber, analista de CCS Insight. El analista de un banco español presente en el acto se limitó a decir que la presentación había sido «decepcionante».
Para mayor preocupación de los inversores, Nokia se negó a dar objetivos financieros para los próximos años por las significativas incertidumbres existentes. Elop indicó que 2011 y 2012 serán años de transición, en los que la compañía invertirá para crear el nuevo ecosistema con Microsoft. A partir de 2013, la empresa espera que su negocio de móviles y servicios eleve sus ventas a un ritmo superior al del mercado y logre un margen de beneficio operativo superior al 10%.