El gigante coreano ha mostrado oficialmente los detalles más importantes de su nuevo SoC Exynos 8890, un chip de gran potencia que está destinado a convertirse en el corazón del próximo smartphone tope de gama de la compañía, el Galaxy S7.
Por el lado CPU nos encontramos un total de dos módulos de cuatro núcleos cada uno, el primero formado por variantes personalizadas conocidas como Mongoose, que prometen una mejora de rendimiento de hasta un 30%, y el segundo basado en Cortex-A53.
Obviamente el primer bloque de núcleos es de alto rendimiento mientras que el segundo se centra en la eficiencia, que según Samsung sería un 10% mayor en este nuevo SoC que, recordamos, mantiene el proceso de 14nm.
En lo que respecta a su GPU Samsung ha jugado a lo grande y ha montado una Mali-T880 con sus 12 núcleos gráficos activos, por lo que podemos esperar un rendimiento impresionante en este sentido.
Por último se ha mejorado también la conectividad LTE, permitiendo ahora máximos de 600 Mbps, un detalle que merece ser tenido en cuenta.
No hay duda de que las diferencias frente al Exynos 7420 son grandes, aunque todo indica que resultan mayores a nivel GPU que CPU.
Más información: GSMArena.