El proyecto de portátiles gratuitos para estudiantes está en riesgo. El anterior gobierno del PiS no completó todos los trámites y no consiguió dinero para el próximo año.
El año pasado, todos los estudiantes de cuarto grado recibieron computadoras portátiles gratuitas del estado para aprender. Fue uno de los proyectos emblemáticos del gobierno de Ley y Justicia. ¿Será continuado por el gobierno de coalición? Es muy probable que no, porque los predecesores no completaron todas las formalidades. – informa TVN 24.
¿El fin de los portátiles para estudiantes?
Las computadoras portátiles que fueron entregadas a los alumnos de cuarto grado a principios de este año escolar tenían una pegatina que decía que provenían del Plan Nacional de Reconstrucción (KPO). Los dispositivos fueron financiados por la Unión Europea en el marco del programa NextGenerationEU.
El caso es que, en realidad, la compra fue financiada por el Estado, que luego debía recuperar el dinero. El problema es que la UE tiene grandes reservas sobre el proyecto, como ya hemos mencionado parcialmente. La Comisión Europea no sólo evaluó negativamente el método de su implementación, sino que tampoco aceptó los cambios propuestos por el Ministerio de Digitalización dirigido por Janusz Cieszyński.
Por si fuera poco, en diciembre de 2023 debería anunciarse una licitación para la compra de portátiles para 2024. Esto tampoco sucedió. Los portátiles para estudiantes son una sorpresa desagradable para el nuevo gobierno con la que debe lidiar.
Ya se han celebrado varias reuniones sobre este tema y las conclusiones son muy malas. El PiS no preparó documentación para el Ministerio de Educación Nacional. No existe un marco para la distribución de equipamiento para las escuelas. Falta apoyo a los estudiantes en higiene digital. Las escuelas y los profesores ni siquiera recibieron directrices sobre cómo podían utilizar las computadoras portátiles en el aprendizaje.
Según se informa, el gobierno está considerando tres escenarios. El primero supone el cierre del proyecto y la creación de uno nuevo en su lugar, en línea con las directrices de la Unión Europea. La segunda opción es hablar con Bruselas y corregir los errores de nuestros predecesores. La tercera opción es financiar el proyecto con dinero estatal, pero cuesta hasta 200 millones PLN al año, lo que puede resultar difícil de implementar.