El misterioso «bagel» dentro de la tierra. Los científicos sorprendidos

Nuestro planeta todavía guarda muchos secretos. Especialmente en lo que respecta a su interior. Los investigadores acaban de descubrir algo que resulta muy sorprendente. En nuestra Tierra se esconde algo así como un panecillo o un donut, un donut con un agujero en el medio, muy popular en Estados Unidos.

Científicos de la Universidad Nacional de Australia observaron el núcleo de nuestro planeta basándose en las ondas sísmicas producidas por los terremotos a modo de ultrasonido. Utilizando una nueva forma de estudiar estas ondas, hicieron un descubrimiento. Alrededor del ecuador habrá una gran zona central en forma de anillo, bagel o donut (un donut con un agujero). Su espesor es de hasta varios cientos de kilómetros, en los que las ondas sísmicas viajan alrededor de un 2% más lentamente que en el resto del núcleo. ¿Cómo es esto posible?

¿Qué se esconde en un «bagel»?

Según los investigadores, todo se debe a la composición química de este lugar. Sugieren que allí se pueden encontrar elementos más ligeros, como el silicio y el oxígeno. Este donut también puede desempeñar «por cierto» un papel clave en las grandes corrientes de metal líquido que fluyen a través del núcleo exterior. Esto es importante porque se cree que este proceso genera el campo magnético de la Tierra. Los científicos llegaron a estas conclusiones utilizando una técnica inusual para analizar las ondas causadas por un terremoto.

La mayoría de estos estudios se basan en las grandes ondas iniciales que viajan a través de la Tierra aproximadamente una hora después del terremoto. Sin embargo, el equipo de investigación decidió centrar su atención en estas ondas posteriores, más débiles, conocidas como coda. Curiosamente, es un término musical que significa el final de una canción. En el caso de las ondas sísmicas observadas por los investigadores, se recogieron ciertas similitudes, que fueron denominadas «campo de ondas de correlación coda».

Velocidad diferente y sus razones.

Al observar estas similitudes fue posible detectar pequeñas señales, que a su vez indicaban la diferencia en la velocidad de propagación de las ondas. Los que estaban más cerca de los polos lo hicieron más rápido que los que estaban cerca del ecuador. Los científicos que analizan estos datos utilizando modelos y simulaciones por computadora han llegado a la conclusión de que debe haber un anillo en el núcleo externo en el ecuador en el que las ondas viajan más lentamente. Curiosamente, este hallazgo contrasta un poco con hallazgos anteriores, que mostraban que las ondas se movían más lentamente en todas partes alrededor de la capa superior del núcleo externo.

Pero ¿por qué los elementos más ligeros responsables de la desaceleración se acumulan en la región más ecuatorial de este «donut»? Los científicos creen que esto puede explicarse. La condición es una cuestión de cuánto calor se transfiere desde el núcleo externo al manto rocoso que se encuentra encima de él. En el caso de los ecuadores, habrá más. Sin duda, el descubrimiento en sí proporcionará espacio para futuros análisis y ampliación de nuestro conocimiento sobre la comprensión del campo magnético de la Tierra.

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