Acaban de surgir resultados de investigación muy interesantes sobre las interacciones entre personas y perros, y en concreto sobre mirarse a los ojos.
Sincronización hombre-perro
Un grupo de científicos de China, en colaboración con expertos de EE.UU. y Hungría, analizaron los efectos de mirar a los ojos de los propios perros. Describieron el fenómeno. retroalimentación neuronal (el llamado acoplamiento neuronal). En pocas palabras: los científicos chinos han demostrado que entonces se trata de específico sincronización cerebral – aquí en perros y humanos y es pel primer caso registrado de este fenómeno en dos especies diferentes.
Retroalimentación neuronal Hasta ahora se ha observado entre criaturas de la misma especie y se ha documentado en humanos, ratones, murciélagos y primates. Este tipo de interacción da forma a comportamientos complejos que no se ven en individuos que estarían aislados. Hablamos aquí, entre otros, de trabajo en equipo y procesos de aprendizaje.
El último trabajo científico de investigadores chinos nos permite comprender algunas sutilezas relacionadas con las interacciones entre humanos y perros. Se estudiaron perros de una especie específica: los beagles.
Los investigadores basaron su estudio en grabaciones de EEG realizadas mientras los dueños de perros intercambiaban miradas con sus mascotas y las acariciaban. La clave era acariciar mientras se miraba (también se examinaron las ondas cerebrales al acariciar sin mirar).
Descubrieron que en esos momentos las señales de ondas cerebrales de animales y humanos se sincronizan. El comportamiento de las ondas en determinadas regiones del cerebro asociadas con los procesos de atención fue idéntico en perros y humanos. Los investigadores descubrieron que después de 5 días de tales interacciones mutuas, la sincronización de las ondas cerebrales aumentó. La conclusión es la siguiente: cuanto más familiarizados estén el dueño y el perro mediante el intercambio de miradas, más fuerte será el vínculo neurológico entre ellos.
Esto puede explicar fenómenos como el hecho de que los perros sientan el estado de ánimo de sus dueños y coincide con investigaciones anteriores que mostraron que entre los lobos jóvenes, la presencia de personas conocidas reducía su nivel de estrés.
El LSD ayuda a los perros con mutaciones genéticas
Curiosamente, también observaron una mutación genética llamada Shank3, que puede afectar negativamente la formación de interconexión neuronal en los perros. A los perros con esta mutación les resultaba más difícil “vincularse” con los humanos, pero se descubrió que cuando se les administraba una sola dosis de LSD, este proceso comenzaba a ocurrir con normalidad, tal como ocurría en los perros sin esta mutación.