Todos sabemos que uno de los grandes dolores de cabeza que nos dan los smartphones más avanzados, es la escasa vida de su batería. Es verdad que existen ciertas prácticas que pueden ayudarnos a alargar su vida (apagar el WiFi y la conexión de datos, disminuir brillo pantalla, etc.), que existen aplicaciones que prometen alargar la «vida» de nuestro terminal más allá de un día y así, un largo etc.
Sin embargo, poco podremos hacer hasta que no se resuelva el problema de base: la naturaleza propia de los sistemas operativos diseñados para móviles son los máximos responsables de que la batería dure tan poco tiempo.
Es la principal conclusión de un grupo de investigadores de la Pardue University, tras analizar docenas de aplicaciones desarrolladas para iOS, Android y Windows Phone. Su principal conclusión es que muchas aplicaciones presentan bugs que impiden que permiten que la app siga consumiendo energía, incluso cuando el terminal se encuentra en reposo o dicho de otra forma, bugs que dificultan o impiden que la aplicación entre en modo «sleep», por lo cual el consumo que hacen de energía es mucho mayor.
Su principal conclusión es que este tipo de bugs son especialmente reseñables en Android y no sólo en aplicaciones de terceros que podemos descargarnos de Google Play, sino en aplicaciones nativas como Gmail, Google Maps, el servicio de Backup de Android e irónicamente, el gestor de energía diseñado precisamente para aumentar la vida de nuestra batería.
Otros culpables suelen ser programas incluidos en la capa de personalización de muchos fabricantes, especialmente cuando se quiere incluir «una experiencia Facebook» y de otras redes sociales. ¿Sorprendidos?