Aprovechando el tirón de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, los de ZTE han lanzado en Reino Unido su smartphone ZTE Grand X, un terminal basado en el procesador NVIDIA Tegra 2 de doble núcleo a 1 GHz que junto con su pantalla de 4,3 pulgadas (960 x 540 píxeles) está pensado para atraer a aquellos que buscan el lado más lúdico de los smartphones al usarlos casi como si fueran consolas de bolsillo.
El ZTE Grand X está gobernado por el sistema operativo Android 4.0 (Ice Cream Sandwich) e incluye conectividad HDMI que permite compartir contenido de vídeo en los televisores, cámara de 5 megapíxeles, cámara frontal para videollamadas y captura de vídeo HD y HD Voice. Su almacenamiento es de 4 Gbytes internos que pueden ampliarse hasta 32 Gbytes mediante microSD y las medidas son adecuadas para un móvil con una pantalla de 4,3 pulgadas: 127 x 64,6 x 9,9 mm y 110 gramos de peso.
En Reino Unido su precio ronda las 200 libras esterlinas, es decir, unos 250 euros, lo que nos da una idea de que la estrategia de ZTE es ofrecer smartphones con buenas características (probablemente no las últimas del mercado) pero a precios muy competitivos. La multinacional china tiene pensado empezar a comercializarlo en otros países europeos (también en España) a principios del próximo otoño.
Por cierto, junto al Grand X, ZTE también ha lanzado en Reino Unido el ZTE Kiss un smartphone Android con un precio de 49,99 libras esterlinas (unos 60 euros) que cuenta con pantalla de 3,5 pulgadas (320 x 480 píxeles), memoria interna de 2 Gbytes ampliable hasta 32 Gbytes mediante microSD, cámara de 3,2 megapíxeles, Bluetooth, WiFi y procesador de 800 MHz para reproducir vídeo con cierta fluidez. Como véis, un smartphone de gama baja, pero con un precio insuperable.