El Galaxy Note 7 va camino de ser el mayor fracaso en la historia de Samsung. Tras las buenas críticas y ventas iniciales, los problemas de incendio de las baterías empezaron a mermar tanto las ventas como la imagen de la compañía. Como medida Samsung decidió empezar un programa de retirada masiva de unidades que abarcó 2,5 millones de dispositivos, sin embargo, cuando aparecieron casos de baterías incendiadas en las unidades de sustitución, todo empezó a desplomarse para el gigante surcoreano.
La situación se ha vuelto tremendamente complicada para Samsung, que no puede garantizar la seguridad de las phablets Galaxy Note 7. Esto ha forzado a la compañía a tomar una medida bastante dolorosa para sus intereses tras detener la producción, pero que posiblemente fuese la única razonable, y es la de pedir a socios y minoristas el fin de la venta de la mencionada phablet, además de recomendar a los usuarios que ya la poseen no utilizarla.
Los costes de este fracaso pueden ser enormes para Samsung, pudiendo alcanzar los 17.000 millones de dólares. Es importante mencionar que la compañía surcoreana ha sido líder indiscutible en ventas durante años (aunque los beneficios sean cosa de Apple), lo que podría suponer una crisis importante dentro del sector móvil.
Los problemas ocasionados por el Galaxy Note 7 han traído consigo situaciones un tanto surrealistas, como la petición en los aeropuertos de apagar las unidades de dicha phablet pertenecientes a pasajeros que vayan a embarcar como medida de precaución. Con todo, posiblemente a Samsung le cueste años recuperarse de este batacazo debido al daño causado a su imagen como compañía.
Fuente | MuyCanal
Cinco alternativas al Note 7 | MuyComputer