El infierno para Samsung del Galaxy Note 7 está a punto de acabar, o al menos por parte de la compañía, de una vez por todas.
A estas alturas sobra explicar la desgraciada trayectoria de la phablet destinada a rivalizar con el iPhone 7 y que terminó sucumbiendo ante su rival por fallos propios. Los confirmados problemas con las baterías llegó a convertirla en toda una amenaza para la seguridad pública, por lo que fue vetada por muchas aerolíneas.
A pesar de que Samsung ha recuperado ya casi todas las unidades del Galaxy Note 7 vendidas, todavía quedan unas cuantas en las casas de algunos usuarios. La compañía desplegó en diciembre del año pasado una actualización en Estados Unidos que impedía la recarga de la batería, inutilizándola y evitando así los riesgos de incendio del dispositivo. Con el fin de garantizar la seguridad de las personas, Samsung extenderá esta medida al resto del mundo a partir de finales del presente mes.
Todo parece indicar que Samsung dará carpetazo final a uno de los episodios más negros de su historia a nivel de productos. Ahora a la compañía le toca remontar el vuelo con los próximos Galaxy S8 y S8+.
Fuente | GSM Arena