El telescopio espacial James Web ha realizado un misterioso descubrimiento en el Universo. Seis planetas diez veces más grandes que nuestro Júpiter viajan por el espacio de forma muy diferente a lo que cabría esperar.
El nuevo descubrimiento puede ser una sugerencia relacionada con el proceso de formación de planetas. En lugar de orbitar la estrella, como lo hacen la mayoría de los planetas, los seis viajeros prefieren flotar solos (aunque no del todo) en la inmensidad del espacio. Quizás también en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
¿Así se forman los SuperJúpiter?
El descubrimiento en sí fue publicado en The Astronomical Journal. Sugiere que en el caso de planetas más grandes que Júpiter, a veces podemos hablar de los mismos procesos involucrados en su formación que en el caso de las estrellas. Aunque los astrónomos aún no comprenden completamente cómo se crearon, plantearon una tesis que indica que estos objetos podrían ser expulsados de los sistemas estelares. Se supone que esto ocurrió después de que estos SuperJúpiter se formaran alrededor de estrellas jóvenes o después de un encuentro cercano con otros soles. Lo más interesante, sin embargo, es que los planetas mencionados ahora pueden crear sus propios minisistemas, porque «llevaron» objetos más pequeños en el camino. Y esta teoría la confirma la foto que acabamos de tomar.
Los planetas recién descubiertos se encuentran entre los más ligeros jamás encontrados. Hay un disco de polvo a su alrededor, lo que indica que pueden haberse formado de manera similar a como se forman las estrellas. También sugiere que con estos «recursos» pueden tener el potencial de crear sus propios planetas. Por tanto, estos sistemas pueden surgir en muchos lugares, incluida nuestra Vía Láctea.
Otro dato interesante: el descubrimiento está en el límite de la definición de planetas y estrellas en forma de enanas marrones. Así lo indica también la descripción de la fotografía tomada por el telescopio Webb, que se puede encontrar en el sitio web de la Agencia Espacial Europea. Allí leemos que algunas de las «estrellas» más débiles de la imagen son en realidad enanas marrones recién nacidas que se mueven libremente y tienen masas comparables a las de planetas gigantes. Pero, ¿por qué es importante este descubrimiento para nosotros?
Al igual que las estrellas jóvenes de esta imagen, nuestro Sol y nuestros planetas se formaron dentro de una nube molecular de polvo hace 4.600 millones de años. Era parte de un cúmulo que quizás era incluso más masivo que NGC 1333, fotografiado por Webb. El de la foto, que tiene solo entre 1 y 3 millones de años, nos brinda la oportunidad de estudiar estrellas como nuestro Sol, así como también. enanas marrones y planetas en movimiento en sus etapas iniciales, informa la ESA.