La observación del asteroide Bennu orbitando alrededor del Sol ha revelado hechos sorprendentes. El último estudio sugiere nuevas pistas sobre una posible quinta fuerza de la naturaleza en el universo. Puede estar relacionado con la hipótesis de las partículas ultraligeras.
El asteroide Bennu fue descubierto en 1999 y a lo largo de los años nos ha aportado mucha información interesante sobre el espacio. Y aunque en última instancia, dentro de unos 150 años, es posible que tengamos que destruirlo para evitar que golpee la Tierra, pero por ahora, Gracias a nuestras observaciones, todavía podemos aprender algo nuevo.. No es diferente con los últimos descubrimientos relacionados con el potencial quinto elemento. ¿Podría serlo?
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A diferencia de la exitosa película, el quinto elemento no tiene el rostro de Milla Jovovich y no pretende defenderse de un gran mal. Todavía va más allá de nuestras suposiciones anteriores, pero no en la forma en que lo vio Luc Besson. Si realmente existiera, una quinta fuerza de la naturaleza (que combine la gravedad, el electromagnetismo y las fuerzas nucleares fuerte y débil) estaría más allá del alcance de nuestro modelo estándar de física. Su portador pueden ser hipotéticas partículas ultraligeras, un tipo propuesto de materia oscura.
Los investigadores llegaron a estas conclusiones basándose en los datos recopilados por un equipo internacional utilizando la sonda espacial OSIRIS-REx, que visitó Bennu en 2018-2021, y en mediciones realizadas desde la Tierra. Vale la pena enfatizar que el proceso de estudio de este asunto en sí no es fácil, porque requiere la observación de fuerzas que actualmente nos resultan imperceptibles.. Las pistas que ayudan a examinarlos son observaciones indirectas, como el agua que fluye por la mesa indicando la dirección en la que puede estar ligeramente inclinada, aunque esto es difícil de ver a simple vista.
Las observaciones a largo plazo de la órbita de Bennu revelaron la actividad potencial de efectos extremadamente pequeños de fuerzas hipotéticas. Uno de ellos, que proviene de la teoría de cuerdas, se ha propuesto como una forma de modificar la gravedad a gran escala, dando lugar potencialmente a partículas que podrían ser candidatas adecuadas para la materia oscura. – explica sciencealert.com. Sin embargo, tendrían que ser muy pequeños.
Sin embargo, la observación del propio Bennu también puede ayudar a comprender mejor el funcionamiento del Universo. Los datos recopilados gracias al asteroide ya contribuyen de manera significativa no sólo al conocimiento del espacio, sino también a la física. Mientras tanto, los investigadores seguirán buscando un posible quinto elemento y partículas ultraligeras que puedan estar relacionadas con la materia oscura. Como puede ver, incluso observar pequeñas desviaciones en la trayectoria de vuelo del asteroide puede resultar útil.