Los científicos llevan años preguntándose qué podría ser el famoso «sexto sentido». Dos investigadores de EE.UU. acaban de presentar los resultados de una investigación que ofrece una pista interesante al respecto. Está relacionado con los animales, y más concretamente con los gecos.
Ver a los muertos es una premonición: tanto el mundo del cine como la ciencia tienen ideas para el sexto sentido. Ahora también han contribuido a este tema dos investigadores de la Universidad de Maryland en EE.UU. Sus hallazgos indican que los geckos pueden sentir vibraciones bajas y profundas. Y sin usar mi oído. Pero no son los únicos que pueden hacer esto.
Un camino especial
El sonido es una onda que hace vibrar el aire que nos rodea. Es gracias a él que los sonidos nos llegan. Muchos animales, por supuesto, cuentan con un oído mucho mejor que el nuestro. Por ejemplo, los geckos de Tokio, al igual que otros lagartos, se especializan en sonidos de alta frecuencia. Pueden detectar ondas con frecuencias superiores a 5.000 hercios. Pero este no es el final de sus posibilidades. Resulta que, sin utilizar el oído, también son capaces de detectar vibraciones que oscilan entre 50 y 200 hercios. ¿Cómo es esto posible?
No todo el mundo sabe o recuerda por la biología que en los humanos menos de un oído está relacionado con la audición. La bolsa situada en el oído interno nos ayuda, por ejemplo, a mantener el equilibrio. Sin embargo, resulta que en peces y anfibios este elemento también está asociado a sonidos. Sin embargo, las últimas investigaciones indican que también podemos incluir a los lagartos en este grupo. Gracias a esto, estos animales no sólo detectan el sonido en forma de vibraciones en el aire, sino también en el suelo o el agua que los rodea. Al parecer, los geckos son capaces de traducir el movimiento del suelo en sonido.
Esto es posible porque en el caso de estos lagartos, el saco tiene una conexión directa con un grupo de neuronas, llamado vestibularis ovalis (VeO), en la parte posterior del cerebro – explica sciencealert.com. La información adquirida pasa luego al mesencéfalo auditivo, donde el animal percibe las vibraciones simultáneamente con el sonido.. Al mismo tiempo, los geckos no pueden recibir estas ondas a través del camino «normal» a través del oído.
La gente no se beneficiará
Sin embargo, los científicos todavía tienen algunas dudas. No se sabe por qué los lagartos necesitan un receptor de vibración de este tipo en la cabeza. Según los investigadores, es posible que los geckos los utilicen para detectar el deterioro del tiempo, como el viento y la lluvia, así como para detectar depredadores que se acercan. Sin embargo, se sabe que otros reptiles también pueden utilizar un mecanismo similar. Un examen superficial reveló que varias otras especies de lagartos y serpientes también tienen estructuras similares en la cabeza. En este caso, también puede resultar una nueva vía de comunicación para muchas especies que antes eran consideradas sordas o mudas.
Desafortunadamente, en los humanos, las conexiones entre el sáculo y el mesencéfalo son mucho más débiles y se cree que desempeñan un papel principalmente en la supresión de sonidos autogenerados y en el seguimiento de la posición de la cabeza.