¿Es la muerte el fin? Los científicos demuestran que este límite final se puede superar. O incluso revertirlo. Al menos por un tiempo. El último logro es la resurrección del cerebro de un cerdo.
Los investigadores de China han realizado una hazaña bastante extraordinaria. Lograron reactivar el cerebro del cerdo una hora después de que se detuviera la circulación. Según una investigación publicada en EMBO Molecular Medicine, en algunos casos esta funcionalidad se mantuvo durante muchas horas. Todo gracias al extraordinario descubrimiento de los investigadores. Como resultado, puede ampliarse el tiempo necesario para reanimar eficazmente a un paciente después de un paro cardíaco.
El hígado y el cerebro.
Cuando la sangre se detiene repentinamente en el cuerpo humano, comienza una carrera contra el tiempo. La isquemia cerebral puede causar enormes daños al cuerpo humano incluso en unos pocos minutos. Por este motivo, los científicos chinos han estado buscando métodos para reducir las lesiones cerebrales. Para ello utilizaron cerdos, en los que el equipo comparó la inclusión del hígado con la pérdida de circulación. En una serie de experimentos, dos grupos de cerdos fueron sometidos a isquemia cerebral durante 30 minutos; a uno de los grupos también se le realizó isquemia hepática y al otro no. Sin embargo, el grupo de control no fue sometido a isquemia en absoluto, describe sciencealert.com.
Después de examinar los cerebros, resultó que el segundo grupo tenía menos daño en este órgano. Sin embargo, las experiencias no terminaron ahí. Los científicos decidieron incluir el hígado intacto en el sistema de soporte vital y revivir el cerebro extraído de un cerdo completamente sacrificado. Aunque suene bastante repulsivo, este análisis puede ayudarnos a encontrar los momentos y circunstancias adecuadas para la reanimación.
El equipo decidió comprobar cómo reaccionarían los cerebros después de ser conectados a un sistema de soporte vital sostenido por el hígado después de varios intervalos después de cortar el suministro de sangre. En la prueba de 50 minutos, el cerebro del cerdo reanudó la actividad eléctrica y permaneció así durante seis horas hasta que se suspendió el experimento. Basándose en esto, los investigadores chinos afirman que el hígado desempeña un papel importante en el desarrollo del daño cerebral después de un paro cardíaco. Esto, a su vez, es un pretexto para nuevas investigaciones sobre este órgano inusual y sus lesiones, que en última instancia pueden ayudar a muchos pacientes que hasta ahora sólo han podido beneficiarse de una recuperación, en el mejor de los casos, parcial.