La administración estadounidense limita efectivamente la exportación de equipos de IA avanzados a China, en particular a través de restricciones impuestas a la empresa Nvidia. Aunque estas actividades ralentizaron el desarrollo de la inteligencia artificial en el Reino Medio, también contribuyeron a la aceleración de las iniciativas tecnológicas nacionales, como lo demuestra el progreso. Huawei con sistemas ascend y el desarrollo de modelos de IA por parte de la empresa Veterano.
El gobierno de los Estados Unidos ha exagerado con las regulaciones y afectará sus problemas
Sacks de Davidex asesor del presidente Donald Trump por inteligencia artificial, advierte que La carrera por el dominio global en IA ingresa a la fase decisiva, y China ya está cerca de igualar a los Estados Unidos. Según él, una política regulatoria demasiado restrictiva puede tener el efecto opuesto: en lugar de proteger la ventaja tecnológica de los Estados Unidos, contribuirá a su pérdida.
Sacks expresó su insatisfacción con la forma actual de regulaciones estadounidenses, alegando que El bloqueo del desarrollo de la infraestructura de IA debilita la posición de los Estados Unidos y facilita la oferta de soluciones competitivas de China – a menudo más barato. Señaló que la administración Trump era consciente del riesgo de «sobreregular» y es por eso que abolió la política de difusión de IA introducida por el gobierno anterior Joe Biden, preparando su propia alternativa.
Me temo que estamos en una trayectoria, donde el miedo puede superar las posibilidades y al final paralizaremos el maravilloso progreso que estamos observando.
Refiriéndose a la expansión de las tecnologías chinas, Sacks enfatizó que la reciente visita de Trump a Medio Oriente tenía como objetivo indicar que Estados Unidos no quiere que los chips de IA chinos lleguen a los mercados que han estado bajo la influencia de América hasta ahora. Recordó que a pesar de las sanciones de los Estados Unidos, Huawei logró vender su equipo a los países del Golfo Pérsico, utilizando brechas en las regulaciones estadounidenses.
Al final, Sacks advirtió que sin acciones apropiadas que respaldan las innovaciones en los Estados Unidos, la ventaja tecnológica sobre China podría perderse. En su opinión, Los modelos chinos de inteligencia artificial tienen solo unos meses desde alcanzar un nivel comparable y estadounidense. Sin embargo, también debe recordarse que incluso las empresas chinas son reacias a acercarse a los equipos chinos.