Te vas de vacaciones a las más lejanas y caras posibles y la comida es terrible. Es un hecho: la comida sabe peor en el espacio. Los científicos decidieron investigar el problema y buscar soluciones. Los resultados de la investigación fueron publicados en la Revista Internacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos.
Una de las razones es la soledad.
Una investigación de la Universidad RMIT sugiere que los sabores de los alimentos pueden desempeñar un papel clave para comprender por qué los astronautas luchan por disfrutar de las comidas en el espacio. El segundo aspecto es el entorno en el que se encuentran los astronautas.
También pueden influir mayores sentimientos de soledad y aislamiento. Los resultados de este estudio muestran cómo el aislamiento afecta a la percepción de los olores y sabores de los alimentos
– explica Julia Low, investigadora principal
tambien es fisica
Como señalan los científicos, especialmente las personas que viajan por primera vez a la EEI durante mucho tiempo luchan con una serie de dificultades relacionadas con los cambios en la física. La falta de gravedad provoca hinchazón facial y problemas constantes de congestión nasal. Este es el resultado de que los líquidos se mueven desde las partes inferiores del cuerpo y los distribuyen de manera más uniforme por todo el cuerpo.
Como resultado, los astronautas tienen síntomas similares a los de un resfriado y, al igual que en la Tierra, luchan contra una peor percepción del olfato, y esta disfunción de este sentido afecta directamente al sabor de la comida. Afortunadamente, este resfriado cósmico suele afectarse al cabo de unas semanas.
Más vainilla y almendras
Al crear nuevos productos para cosmonautas, vale la pena trabajar en la dosis adecuada de aromas de almendra y vainilla; en simulaciones de estar en una estación espacial, son mucho más intensos que, por ejemplo, el aroma de limón.
El objetivo principal del estudio no solo era comprender por qué la comida sabe peor en el espacio, sino también qué platos podrían adaptarse mejor para brindar a los astronautas una mejor experiencia culinaria, especialmente en misiones a largo plazo como las próximas misiones lunares Artemis.